Hijos Míos, piensen más en los sufrimientos de Jesús, olvídense de los vuestros. Unan sus sufrimientos a los de Jesucristo
Mediten en las Sagradas Escrituras todo lo que Jesús ha sufrido por Amor y sigue sufriendo en sus corazones. En los corazones de los pobres pecadores, Jesús es condenado cada día. En los Sagrarios solo y abandonado, Jesús está preso por Amor.
Hijos Míos, piensen más en los sufrimientos de Jesús, olvídense de los vuestros. Unan sus sufrimientos a los de Jesucristo y tendrán más méritos. Hijos Míos, mediten en la Pasión Dolorosa de Jesús. No se olviden de todo lo que Mi Hijo ha sufrido por Amor a ustedes.
Hijos Míos, abran sus corazones a la Cruz, amen la Cruz. La Cruz es señal de victoria y de redención, pero hay que morir en Ella para resucitar.
Hijos Míos, les espero en Mi Corazón Inmaculado; en Mi Corazón Inmaculado les enseñaré a amar, adorar, reparar y consolar al Sagrado Corazón de Mi Hijo, que sufre por Amor. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos Míos, vivan en la Santidad
Hijos Míos, vivan en la Santidad; reparen por aquellas almas que no aman la Santidad. Pidan perdón con vuestras vidas y con sus oraciones por los que no viven en la Santidad.
Hijos Míos, amen la Santidad; hijos, Míos, y en este tiempo de Gracia y de Misericordia ofrézcanse en sacrificios vivos. Pidan perdón, reparen, adoren y amen a Jesús por los pecados de toda la humanidad.
Yo les amo y les bendigo queridos hijos. Prepárense con todas sus fuerzas para el día de Mañana; ‘Mañana’ serán hijos totales de María como lo fui Yo también, Su esposo y Su hijo. Gracias, hijos Míos, por sus corazones dispuestos. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos Míos, es grande la oración. He venido como maestra de oración.
Vivan en la Gloria y en la Felicidad del Señor.
Hijos Míos, cuando oran desde el corazón hay liberación, hay sanación, hay purificación.
Hijos Míos, es grande la oración. He venido como maestra de oración. He tomado sus manos y les he enseñado a orar.
Hijos Míos, no teman abandonarse totalmente al Espíritu Santo. Si creen verán la Gloria de Dios.
Hijos Míos, los corazones dispuestos reciben la ayuda del Espíritu Santo. Por eso, no teman. Que Mi Señor Me envía a Mis hijos para orar juntos, para enseñarles, para interceder, para estar con ustedes, y regalarles la Gracia de Amor y de Misericordia que el Padre envía a Sus hijos muy amados.
Les amo y les bendigo. En el nombre Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.