a Reina del Cielo reúne a su Ejército Mariano para extender el Reino Eucarístico a través del Triunfo del Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, Mientras satanás extiende en el mundo su reino de oscuridad, también la Reina del Cielo reúne a su Ejército Mariano para extender el Reino Eucarístico a través del Triunfo del Inmaculado Corazón.
Por eso, hijos míos, refúgiense cada día en el Inmaculado Corazón de la Madre de Dios, porque Ella es el Refugio seguro contra las asechanzas del enemigo y los peligros del alma. Hijos míos, aprendan de la Madre para que vivan unidos a la Divina Voluntad diciendo en cada momento: "hágase en mi".
La confusión y la oscuridad contaminan muchas almas, ustedes en cambio déjense guiar por la Luz del Espíritu Santo, que está en María, y con María formará en cada uno de ustedes a Jesús en sus corazones.
Este llamado es a la conversión, a la completa unión con Jesús por medio de María. Les amo y les bendigo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Bendigo los hogares que se consagran a Mi Inmaculado Corazón
Queridos hijos, hoy los llamo a caminar junto a Mi como niños sostenidos por su Madre, abandonándose a Mi Inmaculado Corazón y confiando en mis palabras de Madre llegarán a Jesús.
Por eso, hijos míos, no se preocupen, ni atribulen sus corazones, confíen solamente en mi guía materna. Escuchándome aprenderán más de Mi Hijo Jesús y de su Evangelio Santo y comprenderán su Sagrado Corazón. Bendigo los hogares que se consagran a Mi Inmaculado Corazón, para que en momentos difíciles no se desesperen, sino que sean testimonio de luz, de amor y de paz, para el resto de las almas atribuladas.
Hijos míos, Mi Corazón Inmaculado está abierto para todos y para que en ese calor materno también abracen a Jesús que se ha hecho Niño en Mi Vientre. Hijos míos, les animo a seguir, así como han visto el ejemplo de los santos, una vida de perseverancia y de cruz, pero una vida llena de amor de Dios.
Hijos míos, no os canseis de cargar la cruz y de vivir en el amor de la cruz para que lleguen a la dulzura de la resurrección. Yo vuestra Madre intercedo por cada uno de ustedes, les amo y les bendigo.
Mi Cruz es el puente que la Santa Mama del Cielo os muestra para que lleguen a Mi.
“Tu Señor Crucificado”
La Cruz es ese lazo de unión del Cielo y de la tierra. Mi Cruz es el puente que la Santa Mama del Cielo os muestra para que lleguen a Mi. Muchas almas cuando ven la cruz huyen de este signo de amor, por temor a abrazarse a ella y morir para vivir, renunciar para recibir.
Hijito, vivir en el Espíritu de la Cruz significa vivir de mi Amor y meditar en mi Amor, ya que fue por puro Amor y Misericordia que me he entregado a ustedes y al Padre. Mi Santa Cruz es el Altar del Sacrificio del Cordero y ese Cordero fue ofrecido por la Santísima Virgen, Madre Nuestra. Por eso, hijito, también vivir en el Espíritu de la Cruz significa recibir a María como Madre al pie de la Cruz.
Mi Cruz es un caramelo de amor para las almas víctimas ya que mi Cruz es dulce para mis siervos. Vivir en la Cruz es reconciliar a Dios y a los hombres por eso deben unirse a Mi, crucificado en la Cruz, y ser almas que se entreguen por otras almas ofreciéndose en un solo corazón con el Mío y el de mi Madre al Padre, como una hostia viva oblatoria.
Vive en mi Cruz. Búscame en mi Cruz. Sígueme con tu cruz. Te amo y te bendigo. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén .Ave María Purísima, sin pecado concebida.
recuerden, hijos Míos, que vuestro bien es el Cielo, es Jesús, es la salvación de sus almas.
Mi Corazón Inmaculado es un Recipiente de Gracia.
El Agua y Sangre que brotaron del Sagrado Corazón de Mi Jesús en la Cruz los guardé, también en mi Corazón, para depositarla en los corazones de Mis hijos. Por eso, soy Reina de los corazones porque el Señor me ha confiado los corazones de la humanidad.
Hijos Míos, por eso, las grandes Gracias y Promesas que he dado alrededor del mundo son para vuestra conversión, para vuestro arrepentimiento y para que también tengan una mejor relación con Dios.
Por eso, hijos Míos, el Gran Aviso que he prometido al mundo, cuando cada ser humano vea sus pecados como el Señor los ve, es una Gracia de mi Corredención, para que sus corazones sean tocados, para que los caminos sean allanados, para que Mis hijos vean el mal causado por ellos mismos y se arrepientan. Eso es, hijos Míos, el Gran Aviso: Un pequeño juicio, pero lleno de Amor y de Misericordia de parte de Dios para las almas del mundo y realmente se conviertan.
No todos, hijos Míos, van a aceptar esta Gracia. Muchos hombres empeorarán su vida. Por eso, hijos Míos, oren mucho, oren siempre, confíen en mis palabras y en lo que les digo. Todo lo hago por orden de la Divina Voluntad pero con todo el Amor de Madre porque quiero vuestro bien. Pero recuerden, hijos Míos, que vuestro bien es el Cielo, es Jesús, es la salvación de sus almas.
Gracias por acoger en sus pequeños corazones Mi Llamado Maternal. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.